lunes, 26 de abril de 2010

K.O técnico...

No hay mejor manera para definirlo, así pudiéramos haber seguido jugando 10 horas, tan solo hubiéramos presenciado como Platense aumentaba la cantidad de goles de cinco a quien sabe que número, no porque fuéramos un equipo apático y frío, no por no proponer desde abajo con la pelota en el piso, tratando de defender con el balón en el medio y buscando lanzar en el momento oportuno…ni siquiera por no contar con chances de gol, que las tuvimos…sino porque Platense efectivizó en 5 balones aéreos, todo lo que desde las ganas, a veces desde los pies y muchas otras desde el querer…propusimos como juego, jugar con la pelota bien cerca de los pies.

Tampoco nos sorprendió Platense, ni Güelmo, ni Terra, ni el propósito ni sus ambiciones futbolísticas, sabíamos que salían a matar en los primeros 15 minutos como lo habían realizado con éxito frente a Uruguay Montevideo donde rápidamente se pusieron 2 a 0 a favor, era una película vista, repasada, analizada y convertida en objeto de análisis por parte de todo el equipo, aun así, Güelmo nos madrugo a los 4 minutos y Toranza a los 9 minutos nos dejo abajo, ellos en las alturas de sus goles y nosotros en la baja respuesta a su oposición; para colmo cuando corrían 38 del primer tiempo Terra nos planto un tercer gol con igual formato y sello de los anteriores…centro y gol.

Para el segundo tiempo todo fue igual, propusimos desde el piso, abrimos mejor y rotamos más precisos la pelota, jugamos mas juntos mediocampo y delantera y generamos varias oportunidades de gol que no logramos cerrar en favor del tanteador, se peleo, se tranco, se corrió, se busco, pero se fue infértil, nada eficaz y se pago caro nuevamente los balones por aire, que hicieron del 3 a cero un 5 a 0 global, anotando el último gol Platense a los 88 minutos…fin de la obra.

Hubo honor, sacrificio y orgullo, hubo la intención y las ganas de jugar un futbol limpio, un fútbol que nos trazamos como grupo es nuestra bandera, nuestra insignia, nuestra forma de sentirle el gusto a este juego…no falto nada de lo que se puede esperar de un hombre compitiendo contra otro, de hombres enfrentados contra sus pares…pero nos falto materia gris y planificación, para no caer en la tentación de salir a tirar golpes al aire, a la nada…pero sin querer rendirse, sin querer abandonar nunca…dejando muestras de hidalguía y rebeldía, aun golpeados duramente, sin querer tirar la toalla, heridos en pleno corazón del Buceo, nuestra casa, fuimos siempre valientes combatientes y si no fuera por el señor juez, que arbitro con justicia...aun seguiríamos parados en la cancha del parque huracán, de pie frente a Platense, como un boxeador herido que no quiere dejar el ring…nunca.