Ni cara de yo no fui, ni hacerse el tonto, el distraído o mirar hacia adelante olvidando el pasado...ninguna de estas opciones nos definen como club, como institución y menos como equipo.
Hemos decidido recorrer el duro camino de la auto-gestión, hemos decidido entrar a competir de igual a igual en los torneos de
Estos son tiempos donde mirar con pesar las cosas nos devuelven la imagen del desaliento, ser cautos nos revelan la falta de amor y ser emergentes, nos declaran en consonancia con lo asumido, estar en pie de guerra con uno mismo, con esa especial circunstancia histórica que significa poner a un equipo de barrio a competir y tener el honor, de representar estos colores, estas familias, estos vecinos, que son la sangre y carne de este club, tiempo de hacer y no de lamentar.
Queda mucho por delante, el campeonato lleva 3 fechas, asumir hoy una muerte declarada por el nervio y la desazón no es mi estilo, se que hay pulso, veo latir en las caras enojadas de mis jugadores el sentimiento profundo de gloria, de salir con la frente en alto, salir realizado y honestamente feliz, porque no hay mejor manera de hablar para un hombre que sabe su destino, que haciendo y mostrando su moral y temple, dejando todo, no demorando el sacrificio y siendo esa unidad indivisible llamada equipo, que solo se siente cuando hay frases que le sobran en el vocabulario...y rendirse...es una de ellas...acá...no se rinde nadie, asuman con paciencia quienes hoy...no nos quieren de pie y si arrodillados y caducos...arriba muchachos, arriba el equipo, arriba este barrio hermoso, TERREMOTO...terremoto pa´todo el mundo!!
