martes, 5 de octubre de 2010

El dolor que cura...

Después de un receso impuesto por la gripe, se hacen necesarias estas palabras, esta reflexión en el silencio más abrupto de la historia del club, un silencio que creo, solo yo puedo romper.

Con Pablo (cuqui Herrera) veníamos casi desde inicio de año, hablando la necesidad de incorporar a quienes escribieron esta historia llamada TERREMOTO, saltando las distancias que con el tiempo nos hemos ido imponiendo de todas partes, pero con el animo de asimilar el pasado como eso, algo que ya ocurrió y así convergíamos en fundar un espacio con menos exigencia que el de la AUF, ejecutado íntegramente con el espíritu que hoy lleva la marca el Garraspero.

Ese espacio tenia los recursos que algunos de nosotros gestiono para todos, ese fútbol mas de asado y playita, de mates y fútbol 5, era un sinónimo de nuevos tiempos o tiempos que corren y se hacen el hoy, vivir anclado en el pasado es tan perverso como sostener que hay 3 barrios dentro de 1, 3 equipos con el mismo estigma cuando solo hay una sola matriz guste a quien guste, pese a quien pese, de ahí SALIMOS EL 90%, del baby futbol de TERREMOTO y no otro.

Me gustas pensar que la gente aprende hacer sus proyectos, aprende como ponerlos en práctica, se autogestiona, se visualiza y repite un modelo ganador, saber que aquellos niños son los hombres con ímpetu de hoy, asociándose, generando con sus propios principios y reglas su lugar para hacer deporte, para confluir, me place, me reconforta.

Jamás podré sentirme lejos de quienes fueron como hijos para mi, están los que se suben al pony y hacen la batalla del pigmeo, será que de verdad creen que mi enojo deportivo con algunos sobrepasa tantos años de afecto y respeto?, obviamente no lo saben e inventarse un circo de fantasmas y sombras chinas, no oscurece mas que su delgada y triste imagen.

Cuando por abril cumplí mis 39 años y me sonó el celular para recibir los saludos de Fernando Maio a quien meses antes había casi desafectado de TERREMOT AUF, de Adrián Fontes y mas, supe y deje clavado en mi cabeza, que si había algo irreconciliable, no era otro que nuestras formas de tomarnos ciertas responsabilidades, pero como con Adrián, Kbza, Toro, Piojo, Maio, Oso, Leo Gil, Mariano, Pelo, Pablito, Mati Fernández, Taube, Juan Pablo, etc., mis sentimientos y mi casa, lo saben bien, SIEMPRE estuvo y esta abierta, como yo se, que están ahí si los necesito, mi memoria es enorme, no me olvido que pudiendo pegarme en el piso ninguno de ellos lo hizo, todo lo contrario, guardo silencio y me regalo su respeto.

Con o sin mi, este será siempre su club, pero también es mi casa, y quienes hoy, sumidos en los personajes de salvadores de una idea que descansa y se re construye, hacen alarde de una condición que jamás tuvieron, solo les digo, no hay 3 barrios, no hay 3 clubes, con todas las diferencias que me alejan por ejemplo de Richar Saibene y Pablo Premazzi, les reconozco no solo todo lo realizado por TERREMOTO, sus horas de entrenamiento, el esfuerzo por estar para jugar y la cabeza puesta para trabajar juntos…el resto que coma el humo de un fuego que nunca prendió, que se arme la fogatita en otro rincón, a mi no me dividen las palabras frías escritas en la tranquilidad de un cuarto o un ciber, acá no hay 3 barrios…no hay 3 equipos, y si ese es el mejor de los proyectos, la mejor de las maneras, si están con todas las energías para llevarlo adelante, entonces, este es el momento de agarrar el barco, hacer de capitán, trazar el rumbo, marcar las coordenadas y saber quienes van y quienes no; yo se muy bien cual es mi lugar, tengo aun las pelotas para saber bajarme en cualquier puerto y arrancar otro viaje, nunca seré quien frene al que hace.

Viva TERREMOTO, viva el GARRASPERO, viva BUCEO, aguante el fútbol de barrio!